El edificio de área de servicio y hotel incrementa las instalaciones existentes en Quintana del Puente al servicio de la carretera Helsinki-Lisboa.
Se plantea un gran área con una imagen que refleje y permita reconocer la instalación a modo de “cartel publicitario” dado el carácter del edificio que se verá desde la lejanía. El edificio es abierto, transparente. El área, sus instalaciones y en segundo plano el paisaje castellano estarán siempre presentes.
La expresión de necesidad y utilidad es la fuente esencial de la estética del edificio. La legibilidad del edificio se enfatizó para facilitar su uso, cuyo sistema constructivo permite una gran flexibilidad de subdivisión o de posterior modificación.