Adaptación de una planta baja sin uso de 70,69 m2 para ludoteca infantil.
Es un espacio bastante diáfano, un espacio donde jugar y con el que jugar que viene acompañado de unos servicios mínimos: cocina, dormitorio, recepción y aseo, que solo aparece compartimentado por una sala de juegos junto a la entrada y un aseo para adultos.
La fachada se configura con un plano de vidrio de suelo a techo y unas enormes letras que a la vez son rótulo y parque de juego.
La propuesta salva el desnivel existente en el local de la forma más adecuada y segura para los principales usuarios de la ludoteca que son los niños. De este modo se dispone una sala enfrentada con la entrada que deja a ambos lados una rampa. Una rampa más tendida de acceso y otra más corta y con más pendiente para la salida.
La medianería se oculta tras una pared; una pared que recoge todos los espacios servidores de la ludoteca: cocina, trastero, administración, mini_dormitorio, sala de juegos y aseo para niños.
El mobiliario que incluye el proyecto, tanto en el centro de la sala como en la pared de medianería es de metacrilato.